La ironía de la arquitectura social

En la sociedad actual podemos dar cuenta de la radical distinción que existe entre las clases sociales y en su cotidiano contacto en el desarrollo de la misma cultura en la que se desenvuelven dichas clases sociales. Por un lado podemos dar cuenta de la forma en que mutuamente dichas “clases sociales” se benefician para subsistir unas de otras, de cómo a pesar de los lujos y de los detalles la sociedad se relaciona y vive el día a día luchando por una subsistencia y por ser alguien dentro de la misma sociedad; teniendo en cuenta que a nivel social los más altos estratos se dan el lujo de mirar por encima a las personas humildes que conviven en el mismo ambiente que ellos. Se creen mejores y creen que por tener más comodidades que la “minoría” son más felices o tienen más oportunidades de acceso a diferentes cosas que irónicamente no se miden por la cantidad de dinero que se tenga sino por la capacidad intelectual y por la personalidad de cada sujeto.

Por otro lado y remitiéndonos ya en el tema de nuestro interés, enfatizaremos en el hecho de que a pesar de que debemos dejar de lado las diferencias sociales y esos pensamientos elitistas, la arquitectura social a pesar de las diferencias elitistas que existen en nuestra sociedad aún sigue construyendo edificaciones que en algunos casos dejan de lado los conceptos elitistas y se remontan más a la cotidianidad y al urbanismo como tal. De esto podemos dar cuenta en el hecho de cómo están construidas las viviendas y los diferentes centros educativos en el país, de cómo existen barrios de estratos muy bajos viviendo al lado de estratos muy altos y a los cuales tan sólo los separa una avenida o un cambio de dirección. De cómo hasta los centros educativos son construidos dependiendo el estrato al que pertenecen o a la calidad de personas que están adquiriendo la educación en estos. Es inevitable ver las ironías en las que vivimos, en el hecho de que a pesar de que en nuestra sociedad el hecho de tener más o menos dinero, nos identifica con el tipo de objetos que tenemos y a la calidad de educación y de muchas cosas que recibimos, todo se encuentra revuelto y de alguna u otra forma es necesidad de cualquier sujeto, independientemente de que si tiene más o si tiene menos; porque a pesar de todo lo que realmente identifica a nuestra sociedad y a cada uno de los sujetos es la humildad, la personalidad y lo autentica que pueda llegar a ser dentro de su cultura.

GRUPO O5
Lina Gómez
Angélica Chaparro
Marcela Alvarado

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